20 diciembre 2015

“LA CENA DE BODAS DEL CORDERO”

APOCALIPSIS 19d

  "LA CENA DE BODAS DEL CORDERO"

19:9,10

Pronto en el cielo se celebrará la ceremonia de bodas más extraordinaria y gloriosa, "Las Bodas del Cordero de Dios". Nuestro Padre Dios llevará a cabo el matrimonio de su Hijo el Señor Jesucristo junto a su esposa redimida que lleva por nombre Iglesia. Esta nueva familia celestial y santa reinara por siempre.

Recordemos las 3 etapas más importantes por las que pasaba el matrimonio en tiempos bíblicos. Primero, el compromiso (la pedida de mano). Segundo, la ceremonia de bodas. Tercero, la cena de bodas (banquete, fiesta). Muy parecido al proceso matrimonial actual. Siendo así, la cena de bodas es la última parte. Ya hemos hablado de la pedida de mano y de la ceremonia de bodas, ahora hablaremos de la fiesta, la cena de bodas.

BIENAVENTURADOS LOS LLAMADOS A LA CENA.

Dichosos y felices los que son los llamados a la cena de bodas. Normalmente los novios invitan no a todos, sino a los más cercanos e íntimos, los familiares, los amigos, los hermanos de la fe. Es una alegría enorme para todos ellos y desean no perderse aquella celebración y harán todo lo posible por separar su tiempo y compartir aquel momento con los novios. El Señor Jesucristo tiene muchos amigos: Juan el Bautista por ejemplo dijo: soy "el amigo del esposo y me gozo" Él estará en la fiesta de boda, también estarán Abraham, Jacob, Elías, Samuel, Daniel y todos los creyentes del Antiguo Testamento. Así es, ellos serán resucitados, Dios mismo les dará un nuevo cuerpo, pues han sido llamados para estar en la gran cena de su amigo. Cierta vez avisaron al Señor Jesucristo "te buscan tu mamá y tus hermanos", el Señor respondió "todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre" (Mr.3:35). Todos los que en el futuro seguirán a Jesús durante la tribulación (ira de Dios sobre la tierra) ellos son su familia y todos ellos son llamados por el novio para estar presentes en la cena de bodas. De manera que entendemos que las personas llamados a la "cena del Cordero" (banquete, fiesta) son los amigos y familiares del novio Jesús, mientras que las personas llamadas a las "bodas del Cordero" son las que forman parte de la iglesia, ellos son su esposa.

Bienaventurados pues todos los que creen el evangelio y la siguen, todos los redimidos de todas las épocas estarán presentes en cuerpo y alma ya sea como esposa o como invitado especial (Israel y gente salva de todas las naciones que estén vivas en la tierra en la segunda venida de Cristo).

Para distinguir le lugar de los eventos, la "boda" se realiza en el cielo, la cena se celebrará en la tierra, para así empezar el milenio (Cristo reinando en Jerusalén desde el trono del rey David).

Todos son invitados.

De parte del Señor viene la invitación para todos, hoy es el tiempo de invitación para ser parte de la esposa. Desde aquel día en que el Señor Jesús comenzó su ministerio hasta un día futuro, pero ya señalado, los que creen en el evangelio son añadidos a la membresía de la iglesia.  Tú y yo tenemos el privilegio de ser parte de la iglesia, la esposa de Cristo. Por ello predicamos el evangelio, el esposo nos ha encomendado una gran responsabilidad, preparar a su novia para el día de bodas, ella necesita estar completa. No sería nada bonito presentar a una novia sin una pierna. La iglesia aún no está completa, por la predicación del evangelio los que faltan deben ser añadidos ¿Estás predicando el evangelio?  Toda persona debe recibir la invitación para estar el día de bodas y tú tienes esa responsabilidad.

Por otra parte, los que vivieron en el pasado desde Adán hasta antes del ministerio de Cristo y en el futuro los que queden después del rapto de la iglesia, tienen la invitación de ser parte de los amigos y familiares del Novio. El pueblo de Israel ha sido usado en el pasado  será usado en el futuro para llevar la invitación a todas las personas, en todos los rincones del mundo.

No todos estarán presentes.

¿Quién no quisiera estar en el evento más glorioso del universo? ¿Quién no desea ir al cielo? Todos. Aunque sea por la comida y la fiesta. Sin embargo no todos estarán presentes en la boda celestial ni en la fiesta. Graciela Serafina Tobies Ramírez (26) viajaba de Huancayo a Lima para comprar el traje que vestiría el día más importante de su vida.  Sin embargo el bus en que viajaba colisionó contra un camión cisterna. Su cuerpo salió volando hacia la pista, murió instantánea. Ella no pudo llegar a su propia boda. Por una u otra razón no todos estarán en la boda; no todos estarán en el cielo.

Hay una parábola contada por el Señor mismo acerca de esto: "El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses.

Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron; y las bodas fueron llenas de convidados. Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos" (Mt.22:1-8; Lc.14:15-24). Ellos no creyeron el evangelio, la rechazaron porque tenían otras prioridades. Si alguno no tiene como prioridad a  Cristo y su evangelio,  simplemente no es de la familia de Dios, no estará en la fiesta ni en el reino de Dios. Hay otro lugar al que ellos prefieren ir, el lugar de tormento.




ESTAS PALABRAS SON VERDADERAS v.9

Jesucristo es la verdad, su Palabra es la verdad. Todo lo demás es pura fantasía, mentira y engaño. Podemos creer cualquier cosa que se diga y vivir conforme a esa fe, pero solo lo que enseña la Palabra de Dios es verdad. La fe no hace verdadera tu creencia, solo la verdad hace verdadera tu fe.   "Estas son palabras verdaderas de Dios", si tu fe y tus acciones no están basadas en la Biblia, toda tu vida es una falsedad, como un billete falso que circula con engaño provocando desesperación, hasta que alguien lo picará, romperá o destruirá. Las enseñanzas de la Biblia son reales y patentes, se han cumplido a través de la historia humana, se cumplen hoy y sin duda alguna se llevará a cabo. Felices los que viven conforme a las enseñanzas de la Biblia, eso es vivir en la verdad y la verdad es eterna. La Palabra de Dios nos recalca eso mismo en Romanos 2:7 "vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad".

ADORA A DIOS

Los hermanos que retienen el testimonio de Jesús, ellos los que han sabido valorar el evangelio en sus vidas, quienes no la han dejado por cosas vanas y temporales, pues lo han retenido, lo han cuidado como su más grande tesoro, ya sea en pruebas, en enfermedad, en pobreza o en riqueza. Para ellos el evangelio de Cristo era algo por el cual estaban dispuestos a dar su vida. En el tiempo de estos hermanos los cristianos eran perseguidos por adorar a Cristo, era ley imperial que solo el emperador Domiciano debía ser adorado. Juan mismo se encontraba en la cárcel de extracción mineral como prisionero y esclavizado por no rendir veneración a Domiciano. ¡Nadie más que nuestro Señor merece adoración!


Adora a Dios, adora a Cristo vivo y resucitado, de eso se trata la vida, en todo lo que hacemos. Al final de tu vida que se oiga de ti entre los hombre  "este es un hermano(a) que ha retenido el testimonio de Jesús", y ciertamente oirá la voz de su Señor "Venid Bendito entra al gozo de tu Señor".



Huber Aliaga

Enviado desde mi Windows Phone

No hay comentarios:

Publicar un comentario